viernes, 27 de diciembre de 2013

NAVIDAD

(…)El Ángel les dijo:”No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontrareis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre” Lc 2,10-12

Entre todas las celebraciones de la Iglesia, quizá las de Navidad son las que conservan mayor repercusión en las manifestaciones culturales y folklóricas de la sociedad y tal vez por ello se ha diluido en el tiempo y en nuestra costumbres su verdadero significado, mucho más profundo: Navidad supone la entrada de Dios en nuestra historia.

La celebración de la Navidad el 25 de diciembre está documentada en Roma en el cronógrafo del 354, compuesto el año 336. Pero hay datos que permiten suponer que la fiesta es más antigua, incluso anterior a la paz de Constantino.

Varias realidades coincidieron en el surgimiento de la Navidad: las saturnales, los cultos de Mitra, la fiesta del Natalis (Solis) Invicti, la teología simbólica de los Padres y la oposición a las primeras herejías cristológicas.

Si bien los especialistas no se ponen de acuerdo sobre cual fue la más influyente en este proceso, si atendemos a lo argumentado por Benedicto XVI en su Audiencia General, de 28 de diciembre de 2009, “ en la cristiandad, la fiesta de Navidad asumió una forma definida en el siglo IV, cuando tomó el lugar de la fiesta romana del Sol Invictus, el sol invencible; así se puso de relieve que el nacimiento de Cristo es la victoria de la verdadera luz sobre las tinieblas del mal y del pecado”.

Pero, como dice el Papa Francisco en su celebración de la Navidad de este año, “la Navidad no es sólo una celebración temporal o bien el recuerdo de algo bello. La Navidad es algo más: nosotros vamos por este camino para encontrarnos con el Señor ¡La Navidad es un encuentro! Y caminamos para encontrarlo: encontrarlo en el corazón, con la vida, encontrarlo vivo, como Él está; encontrarlo con la fe”

Y basándome en las homilías y mensajes extraordinarios sobre el nacimiento de Cristo de Benedicto XVI (fuente: www.la-oracion.com) me gustaría, utilizando sus palabras, definir la Navidad como una Noche de Dios, una Noche de Amor, una Noche de Luz, una Noche de Paz, una Noche de Alegría….

Noche de Dios, porque Dios es tan grande que se hace pequeño.
Noche de Amor, porque en el niño acostado en el pesebre Dios muestra su gloria: la gloria del Amor, que se da a sí mismo como don.
Noche de Luz, porque la manifestación, la epifanía, es la irrupción de la luz divina en el mundo lleno de oscuridad.
Noche de Paz, porque cuando celebramos la Eucaristía nos encontramos en Belén, en la casa del pan. Dios se nos da, y así nos da su paz.
Noche de Alegría, que María nos ayude a mantener el recogimiento interior indispensable para gustar la alegría profunda que trae el Nacimiento del Redentor. A un corazón vigilante se le puede dirigir el mensaje de la gran alegría: EN ESTA NOCHE OS HA NACIDO EL SALVADOR.
Beatriz Gandulla

jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Y TÚ QUE HACES?

La primera Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM del Papa Francisco nos interpela a una pregunta que yo traslado a nuestras asociaciones (Hermandades y Cofradías), que son de carácter público, y que representan a la iglesia, tal y como recoge el Derecho Canónico actual. ¿Estamos evangelizando? Y me gustaría conjugar el verbo evangelizar en modo interrogativo: ¿yo evangelizo? ¿tu evangelizas? ¿él evangeliza? ¿nosotros evangelizamos?... Hablaré del Capítulo I.


Les invito a leer los números 27, 29 y 30 de esta epístola:



Una impostergable renovación eclesial
27. Sueño con una opción misionera capaz de
transformarlo todo, para que las costumbres, los
estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura
eclesial se convierta en un cauce adecuado para
la evangelización del mundo actual más que para
la autopreservación. La reforma de estructuras
que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse
en este sentido: procurar que todas ellas
se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria
en todas sus instancias sea más expansiva y
abierta, que coloque a los agentes pastorales en
constante actitud de salida y favorezca así la respuesta
positiva de todos aquellos a quienes Jesús
convoca a su amistad. Como decía Juan Pablo II
a los Obispos de Oceanía, « toda renovación en
el seno de la Iglesia debe tender a la misión como
objetivo para no caer presa de una especie de introversión
eclesial ».


29. Las demás instituciones eclesiales, comunidades
de base y pequeñas comunidades, movimientos
y otras formas de asociación, son una
riqueza de la Iglesia que el Espíritu suscita para
evangelizar todos los ambientes y sectores. Muchas
veces aportan un nuevo fervor evangelizador
y una capacidad de diálogo con el mundo
que renuevan a la Iglesia. Pero es muy sano que
no pierdan el contacto con esa realidad tan rica
de la parroquia del lugar, y que se integren gustosamente
en la pastoral orgánica de la Iglesia particular.
29 Esta integración evitará que se queden
sólo con una parte del Evangelio y de la Iglesia, o
que se conviertan en nómadas sin raíces.


30. Cada Iglesia particular, porción de la Iglesia
católica bajo la guía de su obispo, también
está llamada a la conversión misionera. Ella es el
sujeto primario de la evangelización,30 ya que es
la manifestación concreta de la única Iglesia en
un lugar del mundo, y en ella « verdaderamente
está y obra la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa,
Católica y Apostólica ». Es la Iglesia encarna-
da en un espacio determinado, provista de todos
los medios de salvación dados por Cristo, pero
con un rostro local. Su alegría de comunicar a
Jesucristo se expresa tanto en su preocupación
por anunciarlo en otros lugares más necesitados
como en una salida constante hacia las periferias
de su propio territorio o hacia los nuevos ámbitos
socioculturales. Procura estar siempre allí
donde hace más falta la luz y la vida del Resucitado.
En orden a que este impulso misionero
sea cada vez más intenso, generoso y fecundo,
exhorto también a cada Iglesia particular a entrar
en un proceso decidido de discernimiento, purificación
y reforma.




Y sigo con las preguntas. ¿Nos incumbe a la Semana Santa adaptarnos a los tiempos y atender esta exhortación?
Mi respuesta es SÍ. Es momento de misión.
No hace falta irnos muy lejos. Es posible que dentro de nuestras propias hermandades existan los cristianos de fe débil o poco intensa, tal vez necesitan escuchar y ver el mensaje del evangelio. Para ello hacen falta signos (obras) y palabras. Obras y palabras que deben partir de los propios cofrades. Pero como dice el papa Francisco, que sea con alegría. Quien goza del Señor no puede hacerlo triste. Tiene una inclinación necesaria para salir de sí mismo y llegar al otro (exitus-reditus) para descubrirse a sí mismo como persona y descubrir en el otro el rostro de Dios. Necesitamos una iglesia con ''las puertas abiertas'', una iglesia en la que acojamos a todos, sin discriminación. Es una llamada a mirar a los ojos del prójimo y descubrirnos a nosotros mismos como hijos del Padre. Necesitamos unas hermandades que salgan más a la calle, no sólo en Pascua. El mensaje de Jesús es tan maravilloso que ningún alicantino puede desconocerlo en primera persona. Hay que sembrar para que el Espíritu Santo haga su trabajo. Es necesario una renovación, una conversión interna y hacer aquello a lo que estamos llamados en nuestra tarea diaria, con una alegría tal que contagiemos al resto.

49. Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la
vida de Jesucristo. Repito aquí para toda la Iglesia
lo que muchas veces he dicho a los sacerdotes y
laicos de Buenos Aires: prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle,
antes que una Iglesia enferma por el encierro y
la comodidad de aferrarse a las propias seguridades.
No quiero una Iglesia preocupada por ser el
centro y que termine clausurada en una maraña
de obsesiones y procedimientos. Si algo debe inquietarnos
santamente y preocupar nuestra conciencia,
es que tantos hermanos nuestros vivan
sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad
con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los
contenga, sin un horizonte de sentido y de vida.
Más que el temor a equivocarnos, espero que
nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras
que nos dan una falsa contención, en las
normas que nos vuelven jueces implacables, en
las costumbres donde nos sentimos tranquilos,
mientras afuera hay una multitud hambrienta y
Jesús nos repite sin cansarse: « ¡Dadles vosotros
de comer! » (Mc 6,37).



ALBERTO PAYÁ

domingo, 10 de noviembre de 2013

UN AÑO YA.....


¡Cómo pasa el tiempo!!!

Un año ya desde que comenzó nuestra andadura como tertulia..

Fue el 9 de noviembre de 2012 cuando nuestro interés por la Semana Santa y nuestra inquietud por saber más, por poner ideas en común y por conocer otros puntos de vista nos llevó a plantearnos en serio formar un grupo que se reuniera periódicamente en torno a una mesa para intercambiar ideas, ilusiones y sentimientos..

Así nació la tertulia Cuchara Cofrade.

Aquel día éramos sólo seis, pero con el tiempo se han incorporado nuevos miembros al grupo ,hemos tenido como invitados sacerdotes, presidentes/as de hermandades, personajes de relevancia dentro de nuestro mundillo cofrade y sobre todo hemos tenido la oportunidad de conocer distintas formas de pensar, opiniones , proyectos….


Pero lo más interesante ha sido ver cómo de un grupo de personas que apenas nos conocíamos entre sí (aunque en nuestro mundo cofrade al final somos casi siempre los mismos y todos, más o menos nos conocemos aunque sea de vista) ha nacido una verdadera amistad, un cariño, una unión, una inquietud común en la fe que nos une y en nuestro amor a la Semana Santa, que nos da la alegría y las ganas de seguir mucho más tiempo, de hacer más cosas , de plantearnos nuevas metas e ilusiones y sobre todo, de seguir aprendiendo juntos….

Esa es la magia de la Semana Santa, que siendo cada uno como somos, de una hermandad distinta, nos ha unido de tal manera que entre nosotros existe ya un vínculo difícil de romper….

Ahora,Mariola, Rafa, Paco,Juan,Pepe,Javi, Alberto y yo misma.. a por el siguiente aniversario!!!!

Beatriz Gandulla

martes, 29 de octubre de 2013

DESPUÉS DEL DESCANSO....

Y, tras el paréntesis estival, todos volvimos a nuestros quehaceres y la tertulia Cuchara Cofrade también….

Así, el pasado 27 de septiembre tuvo lugar un nuevo encuentro, celebrado en esta ocasión en el Real Liceo Casino de Alicante y con un invitado de excepción.

Llevábamos ya un tiempo queriendo contar con su presencia y finalmente pudimos reunirnos con Alfredo Llopis, Hermano Mayor de las hermandades del Cristo del Mar y Nuestra Señora de los Dolores y San Juan de la Palma, Jesús en Samaria, Santa Oración en el Huerto y Virgen de la Paz y Santísimo Cristo de las Penas y Santa Mujer Verónica.



Alfredo es una de las personas, por su veteranía y dedicación, que más sabe de la Semana Santa de nuestra ciudad y me atrevería a decir que también es de las más queridas y respetadas por todos.

La tertulia resultó amena y muy interesante, y en ella hubo lugar tanto para comentar la actualidad, futuro y proyectos de nuestra Semana Santa (y no sólo de ella...), como para el recuerdo de tiempos pasados y de aquellos que ya no están…

En definitiva, un nuevo encuentro de un grupo de amigos que amamos nuestra Semana Santa y todo lo que la rodea.



Beatriz Gandulla

martes, 2 de julio de 2013

Fe, herejías y caridad

Para reflexionar.

Quiero reproducir unas palabras de Henri de Lubac que fueron escritas hace cincuenta años:

''Si los herejes ya no nos horrorizan hoy como horrorizaban a nuestros antepasados, ¿estamos seguros de que se debe a que hay más caridad en nuestros corazones? ¿O no será a menudo, quizás, aunque no nos atrevamos a decirlo, porque ya no nos interesa la cuestión en sí, es decir, la auténtica sustancia de nuestra fe? Quizás seamos hombres de una fe demasiado familiar y pasiva y por eso los dogmas ya no son el Misterio en el que vivimos, el Misterio que debe realizarse en nosotros. Por lo tanto, la herejía ya no nos escandaliza. O al menos ya no nos sacude como algo que intenta arrancar de nosotros el alma de nuestras almas… Y por eso no nos cuesta ser amables con los herejes y no nos repugna mezclarnos con ellos. No siempre es la caridad, me temo, lo que ha aumentado o se ha hecho más tolerante: a menudo es la fe, el gusto por lo eterno, lo que ha disminuido''. Henri de Lubac, More Paradoxes Quid vobis videtur?
Alberto Payá.

jueves, 20 de junio de 2013

¿Fiesta o celebración?

Desde hace ya algún tiempo,se incluye al colectivo de Semana Santa de nuestra ciudad dentro del de fiestas en general, de las que nuestra ciudad es pródiga.
Siempre me he cuestionado la idoneidad de esta palabra,"fiesta" ,para definir lo que la Semana Santa representa y en estos días en que Alicante estalla en su fiesta grande, he vuelto a pensar en esta reflexión.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, definimos fiesta como diversión o regocijo, dispuesto para que el pueblo se recree o como reunión de personas para celebrar un acontecimiento o divertirse, que suele acompañarse de comida y bebida y a menudo de música y baile.
Por otra parte,la definición de celebración corresponde a la acción de celebrar, es decir, conmemorar,festejar una fecha,un acontecimiento, reverenciar,venerar solemnemente con culto público los misterios de la religión y memoria de sus santos.
Así pues, y si nos atenemos únicamente a su mero significado, ya podemos encontrar diferencias importantes entre ambas palabras que nos pueden llevar a sacar algun>as conclusiones.

En primer lugar, una celebración no siempre es una fiesta, ya que tiene un contenido mucho menos popular y más profundo y precisamente por ello creo que se ajusta mejor a lo que la Semana Santa representa. En segundo lugar,siendo la Pascua la fiesta principal y más antigua de los cristianos (León I la llama fiesta mayor, "festum festorum" ) , ya que conmemora la Resurrección del cordero inmolado, Jesucristo, esto lleva a dotar a la Semana Santa, camino hacia la celebración de la Pascua, de un fuerte matiz religioso que las fiestas en sí no conllevan, asícomo de factores culturales y tradicionales que hacen que tenga un sentido propio.
Entonces, no sería más adecuado utilizar celebración en lugar de fiesta? Beatriz Gandulla

lunes, 17 de junio de 2013

De la Hogueras de San Juan (el Precursor) a la Semana Santa (el Cristo)

Tal vez a muchos les parezca raro el siguiente razonamiento que voy a realizar, pero estoy abierto a cualquier comentario argumentado.

Hablar de las Hogueras de Alicante significa hablar de las Hogueras de San Juan, pero en cierta manera es hablar de la Semana Santa... te preguntarás ¿este qué dice?. Podemos entablar ciertos paralelismo en las hogueras, de una fiesta del pueblo y para el pueblo: del calor y la luz, del día y de la noche, de la comida y la bebida, de la diversión y el descanso... En la Semana Santa de recogimiento y procesión, de sentimientos y emoción, de fe personal y de fe compartida, de recordatorio y presencia. Pero si rascamos un poco, si nos paramos primeramente en el título de la fiesta grande de la ciudad habría que preguntarse ¿quién ese Juan que da nombre a la fiesta de Alicante? El último gran profeta del Antiguo Testamento que es el puente con el Nuevo Testamento. El Precursor. Aquel que nació seis meses antes del que ha de venir.

Voy a reproducir uno de los sermones de san Agustín, obispo

''La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo sagrado y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja; celebramos el nacimiento de Juan y el de Cristo. Ello no deja de tener su significado, y, si nuestras explicaciones no alcanzaran a estar a la altura de misterio tan elevado, no hemos de perdonar esfuerzo para profundizarlo, y sacar provecho de él.
Juan nace de una anciana estéril; Cristo, de una joven virgen. El futuro padre de Juan no cree el anuncio de su nacimiento y se queda mudo; la Virgen cree el del nacimiento de Cristo y lo concibe por la fe. Esto es, en resumen, lo que intentaremos penetrar y analizar; y, si el poco tiempo y las pocas facultades de que disponemos no nos permiten llegar hasta las profundidades de este misterio tan grande, mejor os adoctrinará aquel que habla en vuestro interior, aun en ausencia nuestra, aquel que es el objeto de vuestros piadosos pensamientos, aquel que habéis recibido en vuestro corazón y del cual habéis sido hechos templo.
Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor, cuando dice: La ley y los profetas llegaron hasta Juan. Por tanto, él es como la personificación de lo antiguo y el anuncio de lo nuevo. Porque personifica lo antiguo, nace de padres ancianos; porque personifica lo nuevo, es declarado profeta en el seno de su madre. Aún no ha nacido y, al venir la Virgen María, salta de gozo en las entrañas de su madre. Con ello queda ya señalada su misión, aun antes de nacer; queda demostrado de quién es precursor, antes de que él lo vea. Estas cosas pertenecen al orden de lo divino y sobrepasan la capacidad de la humana pequeñez. Finalmente, nace, se le impone el nombre, queda expedita la lengua de su padre. Estos acontecimientos hay que entenderlos con toda la fuerza de su significado.
Zacarías calla y pierde el habla hasta que nace Juan, el precursor del Señor, y abre su boca. Este silencio de Zacarías significaba que, antes de la predicación de Cristo, el sentido de las profecías estaba en cierto modo latente, oculto, encerrado. Con el advenimiento de aquel a quien se referían estas profecías, todo se hace claro. El hecho de que en el nacimiento de Juan se abre la boca de Zacarías tiene el mismo significado que el rasgarse el velo al morir Cristo en la cruz. Si Juan se hubiera anunciado a sí mismo, la boca de Zacarías habría continuado muda. Si se desata su lengua es porque ha nacido aquel que es la voz; en efecto, cuando Juan cumplía ya su misión de anunciar al Señor, le dijeron: ¿Tú quién eres? Y él respondió: Yo soy la voz que grita en el desierto. Juan era la voz; pero el Señor era la Palabra que en el principio ya existía. Juan era una voz pasajera, Cristo la palabra eterna desde el principio''.

Hogueras y Semana Santa no están tan lejos...


Alberto Payá

miércoles, 12 de junio de 2013

Nace Cuchara Cofrade


Cuchara Cofrade el 9 de noviembre de 2012
Cuchara Cofrade con Rafa Pacheco
Bienvenidos a este blog de Cuchara Cofrade. Se trata de una medio para intercambiar impresiones, pensamientos, ideales, sueños, sobre la Semana Santa de Alicante y todo lo que le rodea. El grupo nace como consecuencia de la búsqueda de un foro donde expresar sus ideas y sentimientos delante de una mesa, cuchara y buenos amigos.

 Después de algunos años hablando sobre la conveniencia de reunirnos un grupo de personas interesadas por la Semana Santa y las demás fiestas religiosas de la ciudad, me lié la manta a la cabeza y decidí empezar este camino sin alforja. Fue el 9 de noviembre de 2012 cuando iniciamos esta locura bendita Paco Cerezo, Beatriz Gandulla, Javier Rico, Mariola López, Rafa Sellers y Alberto Payá.

La segunda cita tuvo como protagonista al sacerdote y consiliario de Santa Cruz, Rafa Pacheco, en La Bodeguita, donde se incorporó Juan Guijarro. La terulia

También ha pasado por nuestra tertulia gastronómica, y que posteriormente se ha incorporado al grupo, el conocido por todos, artista donde los haya, Pepe Espadero.

Con Pepe Espadero
Paco Bernabé, quien fuera consiliario de la Junta Mayor de la Semana Santa de Alicante, es actualmente párroco en Calpe, no quiso perderse este encuentro entre verdaderos amigos y donde comentamos multitud de anécdotas. Todo un placer.

En la siguiente tertulia tuvimos la suerte de contar con Águeda Ferrández, Hermana Mayor de la Cofradía del Santísimo Cristo del Hallazgo, con la que debatimos algunas curiosidades históricas sobre ciertas imágenes.


Con Paco Bernabé
Para conocer de primera mano los entresijos de la Semana Santa estuvimos departiendo con el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Alicante, Mariano Postigo, quien hizo gala de su conocimiento y sus proyectos para con nuestra Semana Santa.

El pasado 18 de mayo aceptó nuestra invitación el presidente de la Hermandad Penitencial del Perdón, Fernando Dólera, gran conocedor de los misterios de la Semana Santa de Alicante.



Con Águeda Ferrández
Con Mariano Postigo




Con Fernando Dólera