jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Y TÚ QUE HACES?

La primera Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM del Papa Francisco nos interpela a una pregunta que yo traslado a nuestras asociaciones (Hermandades y Cofradías), que son de carácter público, y que representan a la iglesia, tal y como recoge el Derecho Canónico actual. ¿Estamos evangelizando? Y me gustaría conjugar el verbo evangelizar en modo interrogativo: ¿yo evangelizo? ¿tu evangelizas? ¿él evangeliza? ¿nosotros evangelizamos?... Hablaré del Capítulo I.


Les invito a leer los números 27, 29 y 30 de esta epístola:



Una impostergable renovación eclesial
27. Sueño con una opción misionera capaz de
transformarlo todo, para que las costumbres, los
estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura
eclesial se convierta en un cauce adecuado para
la evangelización del mundo actual más que para
la autopreservación. La reforma de estructuras
que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse
en este sentido: procurar que todas ellas
se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria
en todas sus instancias sea más expansiva y
abierta, que coloque a los agentes pastorales en
constante actitud de salida y favorezca así la respuesta
positiva de todos aquellos a quienes Jesús
convoca a su amistad. Como decía Juan Pablo II
a los Obispos de Oceanía, « toda renovación en
el seno de la Iglesia debe tender a la misión como
objetivo para no caer presa de una especie de introversión
eclesial ».


29. Las demás instituciones eclesiales, comunidades
de base y pequeñas comunidades, movimientos
y otras formas de asociación, son una
riqueza de la Iglesia que el Espíritu suscita para
evangelizar todos los ambientes y sectores. Muchas
veces aportan un nuevo fervor evangelizador
y una capacidad de diálogo con el mundo
que renuevan a la Iglesia. Pero es muy sano que
no pierdan el contacto con esa realidad tan rica
de la parroquia del lugar, y que se integren gustosamente
en la pastoral orgánica de la Iglesia particular.
29 Esta integración evitará que se queden
sólo con una parte del Evangelio y de la Iglesia, o
que se conviertan en nómadas sin raíces.


30. Cada Iglesia particular, porción de la Iglesia
católica bajo la guía de su obispo, también
está llamada a la conversión misionera. Ella es el
sujeto primario de la evangelización,30 ya que es
la manifestación concreta de la única Iglesia en
un lugar del mundo, y en ella « verdaderamente
está y obra la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa,
Católica y Apostólica ». Es la Iglesia encarna-
da en un espacio determinado, provista de todos
los medios de salvación dados por Cristo, pero
con un rostro local. Su alegría de comunicar a
Jesucristo se expresa tanto en su preocupación
por anunciarlo en otros lugares más necesitados
como en una salida constante hacia las periferias
de su propio territorio o hacia los nuevos ámbitos
socioculturales. Procura estar siempre allí
donde hace más falta la luz y la vida del Resucitado.
En orden a que este impulso misionero
sea cada vez más intenso, generoso y fecundo,
exhorto también a cada Iglesia particular a entrar
en un proceso decidido de discernimiento, purificación
y reforma.




Y sigo con las preguntas. ¿Nos incumbe a la Semana Santa adaptarnos a los tiempos y atender esta exhortación?
Mi respuesta es SÍ. Es momento de misión.
No hace falta irnos muy lejos. Es posible que dentro de nuestras propias hermandades existan los cristianos de fe débil o poco intensa, tal vez necesitan escuchar y ver el mensaje del evangelio. Para ello hacen falta signos (obras) y palabras. Obras y palabras que deben partir de los propios cofrades. Pero como dice el papa Francisco, que sea con alegría. Quien goza del Señor no puede hacerlo triste. Tiene una inclinación necesaria para salir de sí mismo y llegar al otro (exitus-reditus) para descubrirse a sí mismo como persona y descubrir en el otro el rostro de Dios. Necesitamos una iglesia con ''las puertas abiertas'', una iglesia en la que acojamos a todos, sin discriminación. Es una llamada a mirar a los ojos del prójimo y descubrirnos a nosotros mismos como hijos del Padre. Necesitamos unas hermandades que salgan más a la calle, no sólo en Pascua. El mensaje de Jesús es tan maravilloso que ningún alicantino puede desconocerlo en primera persona. Hay que sembrar para que el Espíritu Santo haga su trabajo. Es necesario una renovación, una conversión interna y hacer aquello a lo que estamos llamados en nuestra tarea diaria, con una alegría tal que contagiemos al resto.

49. Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la
vida de Jesucristo. Repito aquí para toda la Iglesia
lo que muchas veces he dicho a los sacerdotes y
laicos de Buenos Aires: prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle,
antes que una Iglesia enferma por el encierro y
la comodidad de aferrarse a las propias seguridades.
No quiero una Iglesia preocupada por ser el
centro y que termine clausurada en una maraña
de obsesiones y procedimientos. Si algo debe inquietarnos
santamente y preocupar nuestra conciencia,
es que tantos hermanos nuestros vivan
sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad
con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los
contenga, sin un horizonte de sentido y de vida.
Más que el temor a equivocarnos, espero que
nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras
que nos dan una falsa contención, en las
normas que nos vuelven jueces implacables, en
las costumbres donde nos sentimos tranquilos,
mientras afuera hay una multitud hambrienta y
Jesús nos repite sin cansarse: « ¡Dadles vosotros
de comer! » (Mc 6,37).



ALBERTO PAYÁ

domingo, 10 de noviembre de 2013

UN AÑO YA.....


¡Cómo pasa el tiempo!!!

Un año ya desde que comenzó nuestra andadura como tertulia..

Fue el 9 de noviembre de 2012 cuando nuestro interés por la Semana Santa y nuestra inquietud por saber más, por poner ideas en común y por conocer otros puntos de vista nos llevó a plantearnos en serio formar un grupo que se reuniera periódicamente en torno a una mesa para intercambiar ideas, ilusiones y sentimientos..

Así nació la tertulia Cuchara Cofrade.

Aquel día éramos sólo seis, pero con el tiempo se han incorporado nuevos miembros al grupo ,hemos tenido como invitados sacerdotes, presidentes/as de hermandades, personajes de relevancia dentro de nuestro mundillo cofrade y sobre todo hemos tenido la oportunidad de conocer distintas formas de pensar, opiniones , proyectos….


Pero lo más interesante ha sido ver cómo de un grupo de personas que apenas nos conocíamos entre sí (aunque en nuestro mundo cofrade al final somos casi siempre los mismos y todos, más o menos nos conocemos aunque sea de vista) ha nacido una verdadera amistad, un cariño, una unión, una inquietud común en la fe que nos une y en nuestro amor a la Semana Santa, que nos da la alegría y las ganas de seguir mucho más tiempo, de hacer más cosas , de plantearnos nuevas metas e ilusiones y sobre todo, de seguir aprendiendo juntos….

Esa es la magia de la Semana Santa, que siendo cada uno como somos, de una hermandad distinta, nos ha unido de tal manera que entre nosotros existe ya un vínculo difícil de romper….

Ahora,Mariola, Rafa, Paco,Juan,Pepe,Javi, Alberto y yo misma.. a por el siguiente aniversario!!!!

Beatriz Gandulla